Como viene siendo habitual en los últimos años, la Santísima Virgen
de la Asunción
recorre las calles estepeñas sin bajar al barrio de la Coracha, cuyo punto más
lejano del recorrido procesional es el encuentro con las Hermanas de la Cruz, en su residencia junto
a la Iglesia
de Sor Ángela de la Cruz.
Desde antiguamente, la Virgen de la Asunción procesionaba cada 15 de Agosto, día de
su Onomástica, bien entrada la mañana coincidiendo con la Feria de Agosto en Estepa
que se celebraba en la misma fecha y era portada al hombro por hermanos
horquilleros. En el año 2008, la salida se produjo desde la Iglesia de Ntra. Sra. de
los Remedios dadas las obras de restauración que se llevaban a cabo por
entonces en la Iglesia
de la Calle Castillejos.
Y era en el año 2009 cuando la
Hermandad adquiría un nuevo paso para la procesión de la Patrona estepeña, siendo
éste de 25 costaleros y estrenándose con la Salida Procesional
de nuevo desde la Iglesia
de la Asunción. Desde
aquel año, tan solo uno de ellos la
Junta de Gobierno decidió que la Santísima Virgen
procesionara hasta el barrio Santanero, concretamente en 2010.
Después de cinco años, la Hermandad ha decidido el
nuevo cambio de recorrido que llevará a la Patrona de Estepa a adentrarse en el barrio de “la Abuela” Santa Ana, pasando
por lugares tan entrañables como las calles Sor Ángela de la Cruz o Parra, y dejando de
hacerlo por otras tantas como la
Callejuela del Carmen o Baja.
La
Hermandad ha hecho público la modificación del recorrido a
través de sus redes sociales, transcurriendo por las siguientes calles:
Salida, Castillejos, Virgen de la Esperanza, Plaza de los
Remedios, Veracruz, Cardenal Spínola, Nueva, Corrientes, Antonio Álvarez, Sor
Ángela de la Cruz,
Puente, Cruz, Parra, Plaza Poley, Santa Ana, Mesones, Castillejos y Entrada.
Por último, la
Hermandad invita a todos los vecinos residentes en las nuevas
calles del recorrido a engalanar sus balcones para que resplandezcan
relucientes al paso de la Santísima Virgen
de la Asunción
por dichos tramos, para que se luzca como la Madre de Dios lo merece.
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