Estos cultos en honor a Ntra. Sra. de la Asunción han sido
celebrados desde muy antiguamente, hasta el pasado año, con una novena, tomando
la Hermandad a bien en éste pasar a hacerlo en tres días y la Función
Principal.
El 1 de noviembre fue el día en el que, en el año 1755, tuvo lugar el devastador seísmo de Lisboa, que arrasó la capital portuguesa y que se dejó sentir en prácticamente toda España y, por supuesto, también en Estepa.
En 1755 ocurrió un
violento temblor de tierra que hizo grandes estragos en España y casi destruyó
a Portugal. La tradición nos ha conservado la idea del pánico que hubo en
Estepa y de cómo aquel sentimiento se desbordó en gratitud hacia la Virgen de
la Asunción a quien la fe arraigada y sincera de nuestros padres atribuyó la
salvación milagrosa de sus casas y personas. Los escasos documentos que se
conservan vienen en apoyo de esa misma tradición, pudiendo citarse como los más
importantes el acta capitular del voto del que luego hablaremos y la fundación
de la novena llamada del terremoto.
No se tiene noticias detalladas de aquel suceso, únicamente que tuvo lugar el sábado 1º de noviembre del año antes citado; que sus manifestaciones fueron imponentes; y que por merced providencial, sus estragos en Estepa quedaron reducidos a desperfectos en algunos edificios, sin que se lamentara la muerte de ninguna persona.
Luego que con las noticias que de todas partes llegaban, pudo conocerse la enormidad del peligro a que estuvo expuesta esta villa y del cual había escapado por milagro, se atribuyó piadosamente tan singular beneficio a la intercesión de Nuestra Señora de la Asunción, y en su virtud, reunido el cabildo en 14 del mismo noviembre, reconoció y confesó esa gracia atribuida a la Patrona, ratificó este título que por tradición ostentaba la imagen ya nombrada, decretó la celebración de fiestas en acción de gracias, y tomó otros acuerdos no menos interesantes motivados por la misma causa.
La Hermandad de Ntra. Sra. de la Asunción celebra cada año este culto, anteriormente como novena, para dar gracias a la patrona por su protección de la villa en el terremoto de 1755, así como lo consideran, de igual forma, los fieles católicos de la localidad, que agradecen a la virgen la protección que dio al pueblo aquel día del terrible terremoto lisboeta, que produjo víctimas mortales en ciudades como Huelva o Sevilla, aparte de en Lisboa, que quedó prácticamente destruida en su totalidad. Este Triduo es el segundo de los cultos que posee esta imagen ya que en torno al 15 de agosto se celebra la novena por su onomástica. Para el Triduo del Terremoto la Virgen viste una ropa de seda de gran antigüedad, con bordados en oro y toca de bolillo.
No se tiene noticias detalladas de aquel suceso, únicamente que tuvo lugar el sábado 1º de noviembre del año antes citado; que sus manifestaciones fueron imponentes; y que por merced providencial, sus estragos en Estepa quedaron reducidos a desperfectos en algunos edificios, sin que se lamentara la muerte de ninguna persona.
Luego que con las noticias que de todas partes llegaban, pudo conocerse la enormidad del peligro a que estuvo expuesta esta villa y del cual había escapado por milagro, se atribuyó piadosamente tan singular beneficio a la intercesión de Nuestra Señora de la Asunción, y en su virtud, reunido el cabildo en 14 del mismo noviembre, reconoció y confesó esa gracia atribuida a la Patrona, ratificó este título que por tradición ostentaba la imagen ya nombrada, decretó la celebración de fiestas en acción de gracias, y tomó otros acuerdos no menos interesantes motivados por la misma causa.
La Hermandad de Ntra. Sra. de la Asunción celebra cada año este culto, anteriormente como novena, para dar gracias a la patrona por su protección de la villa en el terremoto de 1755, así como lo consideran, de igual forma, los fieles católicos de la localidad, que agradecen a la virgen la protección que dio al pueblo aquel día del terrible terremoto lisboeta, que produjo víctimas mortales en ciudades como Huelva o Sevilla, aparte de en Lisboa, que quedó prácticamente destruida en su totalidad. Este Triduo es el segundo de los cultos que posee esta imagen ya que en torno al 15 de agosto se celebra la novena por su onomástica. Para el Triduo del Terremoto la Virgen viste una ropa de seda de gran antigüedad, con bordados en oro y toca de bolillo.
Por otro lado, la Hermandad ha hecho oficial a través de sus
redes sociales la restauración del manto de salida de la Virgen, bordado en
oro, tras su aprobación en Cabildo Ordinario, y que se llevará a cabo por parte
del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), el próximo año 2017. Sin
duda, uno de los proyectos más esperados y demandados en los últimos años por
los hermanos, fieles y el pueblo de Estepa, dada la importancia de la citada
joya y su valor patrimonial.
Por último, se ha anunciado el comienzo próximo de la
actividad de los trabajos del taller de bordados de la Hermandad, que tan
buenos frutos ha dado desde su fundación hace dos años, con objetivos tan importantes
como la ejecución de los respiraderos del paso de Ntra. Sra. de la Asunción.