Un Cristo arropado por su pueblo

El pasado Domingo 8 de Marzo, la Santísima Imagen del Cristo de las Penas, titular de nuestra Hermandad, volvía a procesionar por las calles del pueblo de Estepa, en Solemne Traslado hacia la Iglesia de la Asunción, tras un año en su capilla de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen.

Bien es verdad que este Traslado no ha fructiferado ni tampoco ha sido constante a lo largo de estos años, bien porque la lluvia no lo ha permitido o por las recientes obras de restauración de la Iglesia del Carmen, pero éste año desde el seno de nuestra Cofradía, se pensó en que los más jóvenes comenzaran a tomar ciertas responsabilidades en cuanto a tan importante efeméride. Por ello, nuestro Grupo Joven ha tomado las riendas de la organización del Solemne Traslado del Santo Cristo de las Penas a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción para los Cultos de Regla de nuestra Hermandad.

Caía la tarde en la ciudad de Estepa y se aglutinaban numerosos cofrades en la puerta de la Iglesia del Carmen a eso de las 8 de la tarde, cuando el cortejo procesional traspasaba el dintel de dicha puerta, formado por Cruz Alzada y dos faroles de acompañamiento, seguidos de cirios que alumbraban al señor de las Penas, así como numerosas representaciones formadas por miembros de nuestra Hermandad. Delante del paso, cuerpo de ciriales, acólitos y dos faroles, anunciaban el paso del Señor, que éste año estrenaba soga y una clámide púrpura sobre su espalda. A las 21:30 horas de la noche, el Cristo de las Penas volvía al Templo de la calle Castillejos, concluyendo el acto con un besapiés a los pies de San Pedro Apóstol, la Stma. Virgen de los Dolores y la Patrona de nuestro pueblo.

La imagen cristífera que toma nuestra Hermandad es la de Cristo sentado sobre una piedra, junto la columna de la flagelación, coronado de espinas y con la caña en la mano derecha. A pesar de no procesionar actualmente en la Estación de Penitencia del Martes Santo, desde muy antiguo se daba culto al Cristo de las Penas, el cual acompañaba en la procesión al Señor San Pedro los Domingos de Ramos, e incluso posteriormente durante algunos años, tras la reorganización de 1953. Es curioso como se veneran dos imágenes distintas, y ello se debe a que la primitiva, que se encuentra en nuestra Capilla, data de los tiempos de la fundación, en hechura de papelón, material que tiende a deformarse, lo que junto a su relativa calidad artística y estética, hace que se sustituyera en el siglo XVIII por otra talla, donada por el clérigo D. Rodrigo de Melgar a la Iglesia del Carmen, con la condición de que se cediera para acompañar a la procesión del Señor San Pedro, por lo que amablemente es cedido cada año por la Parroquia de San Sebastián para los cultos cuaresmales.