El pasado día 20 de noviembre, medios locales anunciaban la
reapertura del Templo ubicado en el Cerro de San Cristóbal, que desde el mes de
septiembre viene acumulando trabajos a destajo de limpieza y de adecuación para
el culto, con la colaboración de numerosos feligreses de ambas parroquias y
voluntarios del pueblo. Dicha noticia creaba una gran expectación entre los
fieles, ayudando esto a sumarse a muchos más a la causa. En las últimas semanas
se han intensificado las labores, llegando a estar todo listo para uno de los
días más importantes del cristianismo, el nacimiento del Niño Jesús.
También y desde a mediados del mes de noviembre se realizan
visitas a Santa María, con un gran registro de estas, dado el abundante nivel
de turismo que alberga nuestro pueblo en dichas fechas.
El horario de visita está establecido de martes a domingo de
10:30 a 13:30 horas de la mañana y de 16:00 a 18:00 horas por la tarde. La
entrada conlleva un coste de 1 € por persona, el cual va destinado íntegramente
a Cáritas Parroquial de Estepa.
El templo alberga, además de una impresionante arquitectura,
obras escultóricas de Juan de Mesa, como la imagen de San Juan Evangelista.
También se pueden encontrar esculturas como la del Señor de los Señores
(Cautivo), Virgen María Santísima del Rosario, Santísimo Cristo del Pregón,
también conocido como Cristo del Pregonero. Es de destacar, también, la
sillería del coro, el retablo neobarroco de la Inmaculada, el órgano, la pila
bautismal o la cruz parroquial, entre otros. A ambos lados del altar mayor quedan
los retablos de San Juan Evangelista, cuya imagen preside el mismo y es obra
del escultor anteriormente citado (S. XVII), y el de San Pedro.
Hay otros espacios en la iglesia de Santa
María aún por restaurar, como la torre del campanario o torre caracol de
acceso a las cubiertas. Esta torre daba acceso a la cárcel de los curas, cuando
Estepa era considerada Vicaría, directamente vinculada al Vaticano, a Roma, por
lo que los asuntos de esta localidad se despachaban directamente con el Papa.
La Iglesia de Santa María la Mayor de la
Asunción, también denominada Iglesia
de Santa María la Mayor y Matriz y de Santa María del Castillo, se
encuentra en la cota más alta y en el más antiguo poblamiento de la ciudad. Fue
establecida tras la conquista de la ciudad en 1240.
Posiblemente su
primera edificación era de origen musulmán, y sobre ésta se construyó una
iglesia gótica del siglo XIV, por la Orden de Santiago a la que Alfonso X
confió la custodia de la localidad, que constaba de una sola nave con fuertes arcos
transversales de perfil apuntado, de la que restan los dos primeros ámbitos
comenzando por los pies de la Iglesia.
En el último tramo de la nave central se sitúa el coro con la tribuna del órgano y en la zona de los pies se encuentran la que fue capilla bautismal, de planta rectangular, cerrada con reja de forja, se encuentran también las dependencias que sirvieron de vivienda al sacristán y la torre, levantada entre 1894 y 1896.
En el exterior esta torre de estilo historicista
es elemento destacado visualmente. Se sitúa a los pies en el lado del Evangelio
y es de planta cuadrada, con basamento de piedra, caña de ladrillo subdividida
por cuatro bandas horizontales, campanio y otro cuerpo de planta
octogonal, rematados por chapitel también de sección octogonal.
Puesto que la iglesia nueva no se terminó,
la portada de los pies no llegó a ejecutarse
y ese ingreso consta de un sencillo vano de medio punto enmarcado por alfiz; igualmente es de
gran sencillez la puerta del lado del Evangelio. En ese costado norte destacan
los contrafuertes
y un torreón cilíndrico cubierto por tejado cónico que alberga una escalera de caracol de cuidada fábrica.
El exterior del presbiterio ofrece contrafuertes en
esviaje y presenta el cuerpo rectangular de la sacristía. Sobre el tejado de la
sacristía emerge un cuerpo cilíndrico que alberga la escalera que conectaba la
antigua sacristía con una dependencia ubicada sobre ella.
En 1578,
visto el estado de deterioro en que se encontraba el antiguo retablo
mayor, el Concejo de Estepa acordó su sustitución. En 1583 se contrató la
construcción del nuevo por el escultor jiennsense Andrés de Ocampo, abonándosele 1.050 ducados
por el trabajo.
Con este hecho, el pueblo de Estepa logra dar de nuevo culto
a una de sus joyas más emblemáticas de la historia del patrimonio histórico-artístico
que posee la ciudad y que es declarada Bien de Interés Cultural.
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